No me importa(n): - Las costumbres instaladas, las rutinas sin reflexión, y las cosas que siempre han sido así. Más me importan las costumbres que faltan por instalar en respeto a lo que se ha perdido u olvidado, o aquello que pueda cambiar para mejorar. Las cosas que siempre han sido así, no necesariamente deben seguir siendo así. - Las jerarquías, los rangos, los puestos. Me da igual si hablo con el jefe del jefe del jefe, el alcalde o el presidente. He hallado más sensatez en la gente común, y por lo mismo no bajo el moño ni guardo silencio con falso respeto. Tampoco guardo silencios cómodos y cobardes. Respeto a quienes merecen mis respetos, escucho a quienes merecen que les dé parte del tiempo de mi vida única y finita. - La marca de las zapatillas, del cuaderno, de la cartera (no uso), de la tele (no tengo), del auto (tampoco tengo). Si es o no del año, o si tiene tal o cual cosa. Los malls no son parte de mi vida. Cuando Facebook me trae fotos a colación de hace 6 años noto que llevo la misma blusa. Uso las cosas hasta que se rompen. Y luego las reparo. Si no se puede reparar, entonces en mi familia le damos otro uso… - Cuánto has estudiado, ni contarte cuántos estudios tengo y cuántos abandoné. Más me importa lo que haces, cómo y por qué lo haces. Me interesa saber si eres creativ@, y si te has dado cuenta de cuánto poder tiene lo que haces, si tiene sentido, si tocará el corazón de alguien. - Saber en qué lugar estoy de la cadena alimenticia. No me interesa si a alguien le parece que estoy por debajo de ella, o si soy pez gordo para comerme a otro más chico. No me preocupa qué cargo tienes, ni a cuántos pisarás para llegar más arriba, ni cuántos codazos pegas cuando los flashes se encienden para salir en la foto. Me interesa saber quién eres en verdad, qué has hecho por los otros antes que por ti mismo, y cuánto hiciste cuando no había plazos, ni había nadie para empujarte a hacer algo. - Tus años de trayectoria, o tus años de experiencia, porque he aprendido que usualmente 30 años de experiencia son en verdad 29 años repitiendo el primer año. La verdadera experiencia no se expresa en años, sino en formas de hacer. Déjame verte y sabré cuánto sabes en verdad. - Las ceramidas, la jalea real, el bótox, las tinturas para el cabello, el Q-10 y todas las palabras raras que se usan en los comerciales de shampoo. Mientras más sano y fácil, mejor. - El sueldo que me ofrecen, o si me ofrecen viajes con gastos pagados hotel incluido. Hago lo que quiero, donde quiero y con quien quiero, y rechazo toda oferta de trabajo que no llena mi corazón. Necesito poco en verdad, y si eso está cubierto, prefiero el ocio al dinero prostituido. - Eso que en general le importa a muchos. Hace unos días he cumplido 42 años y mi mayor triunfo es esta dedicatoria que me han dejado en un libro que recibí. OmbligO, junio 2019
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